Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, porque es tu deseo que cada día me vista con vestiduras blancas.
*Pero mientras iban a comprar el aceite llegó el novio, y las jóvenes que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta.* Mateo 25:10 NVI
No sabemos qué pasará ni siquiera dentro de algunos minutos, mucho menos el día de mañana. Cuántas veces dejamos deberes importantes para hacer después, pensando que aún hay tiempo.
Algunos estudiantes al saber que dentro de poco tienen una evaluación o la entrega de un trabajo, sacan cuenta del tiempo que le queda para realizarlo y en lugar de prepararse desde el mismo momento en que lo asignan, prefieren dejarlo para después. Eso ocasiona muchas veces que deban desvelarse para culminarlo porque al final no tenían suficiente tiempo.
Muchas personas son especialistas en la improvisación y así llevan toda su vida, de acuerdo a como vayan viniendo las cosas van actuando y solucionando. Esta conducta la reflejan también en su vida espiritual.
Procura sobre todas las cosas, cada día tener tus vestimentas blancas para presentarte delante del Señor. El que piensa que todavía tiene oportunidad para cambiar su manera de vivir le puede pasar como a las vírgenes negligentes de la parábola, quienes pensaron que el aceite que tenían les era suficiente y también se imaginaron que cuando se acercara la hora de la venida de novio podían obtener lo necesario para entrar en su boda.
Planifica tu vida, proponte metas a corto, mediano y largo plazo, se diligente en realizarlas. Que tu vida sea un reflejo de tu Creador quien es un Dios de orden y de preceptos eternos.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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