Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que tienes gran paciencia y dedicación en las instrucciones que das a tus hijos.
*Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre, y su fidelidad continúa de generación en generación.* Salmos 100:05 NVI
El Señor se toma su tiempo para enseñar a sus hijos y desea que el aprendizaje sea despacio para que lo pueda asimilar. Los seres humanos debemos comenzar desde lo más básico para tener las bases que nos permitirán asimilar y procesar los aprendizajes más complejos.
Si queremos verdaderamente tener conocimiento, no podemos saltarnos los aprendizajes o intentar adquirir el conocimiento total de algo en un breve momento. Hoy estamos habituados a lo exprés, la síntesis de las cosas. Leemos los titulares de las noticias y títulos de programas y en base a eso creemos ya saber el contenido. Transmitimos informaciones sin verificar su validez, por el simple deseo de dar una primicia.
Si en este momento le das un mismo título a un grupo de personas, notarás que el contenido puede llegar a ser totalmente diferente, eso se debe a la gran capacidad que tiene nuestro cerebro de imaginar, crear e inventar. El aprendizaje que el Señor quiere darnos a través de su palabra es pausado y de análisis, su deseo, es que paso a paso adquieras las bases necesarias para aumentar tu capacidad de almacenamiento.
Es imposible colocar un litro de agua en un solo vaso sin que este se desborde, lo mismo pasa al estudiar la Palabra de Dios, si lo haces de forma apresurada, gran parte de contenido se desbordará y no será de provecho. Es necesario aumentar el tamaño de tu vaso para que pueda ser receptor de una mayor cantidad.
No te preocupes si tienes que repasar una y otra vez el mismo tema, cada vez que lo hagas encontrarás nuevo significado y el aprendizaje se fijará en tu mente y por consiguiente en tu vida. Agradece al Señor por su paciencia y bondad al enseñarte.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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