Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que me amas y deseas lo mejor para mi vida.
*El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.* 1 Corintios 13:4-5
Tal vez al pensar en el amor, viene a tu mente, felicidad, satisfacción, protección, provisión y muchos otros beneficios que puedes recibir, sin embargo, el amor es mucho más que eso, el pensamiento que debería prevalecer en ti, es cómo encontrar la forma correcta de brindar amor a los demás. Solo cuando das es que verdaderamente recibes.
Ese ejemplo lo aprendemos mejor de Jesús, quien demostró por su creación un amor tan grande, que estuvo dispuesto a sufrir y tomar sobre sí un castigo que no merecía, tan solo amor.
Podemos recibir corrección en amor. Todo padre que ama a su hijo lo corrige para hacer de él una mejor persona, esa acción no está llena de odio, ni de venganza, sino de amor y compasión, por lo general, cuando el padre debe corregir, quien más sufre es él, su corazón se comprime de dolor, pero sabe que es necesario para la formación de sus hijos.
Por otra parte, vemos que ningún padre desea ser avergonzado por el comportamiento y la actitud insolente del hijo, ya que, son un reflejo de ellos mismos. Nosotros reflejamos el carácter de Dios en todo momento, por lo que debemos procurar no distorsionarlo ante las demás personas que de una u otra forman están conociendo a Dios
Con tierno amor el Señor nos corrige como un padre amante, cada acción de su parte cae como gotas de lluvias, si, por el contrario, cayeran sobre nosotros como un torrente nos lastimarían y nos podríamos ahogar en el dolor y el sufrimiento. Recibe con regocijo y agradecimiento todas las enseñanzas y correcciones que con tierno amor tu Padre celestial te da.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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