Sea su gran Nombre bendecido para siempre y por toda la eternidad. Bendito y alabado, glorificado, ensalzado y enaltecido, honrado, adorado y loado sea el Nombre Santo, bendito sea.
*Hablen con toda la comunidad de Israel, y díganles que el día décimo de este mes todos ustedes tomarán un cordero por familia, uno por cada casa. Si alguna familia es demasiado pequeña para comerse un cordero entero, deberá compartirlo con sus vecinos más cercanos, teniendo en cuenta el número de personas que sean y las raciones de cordero que se necesiten, según lo que cada persona haya de comer. El animal que se escoja puede ser un cordero o un cabrito de un año y sin defecto, al que cuidarán hasta el catorce del mes, día en que la comunidad de Israel en pleno lo sacrificará al caer la noche.* Éxodo 12: 3-6
Es interesante saber, que el cordero para el sacrificio debían tenerlo entre ellos unos días antes de la pascua, eso incluía, alimentarlo y cuidarlo, así como también, cerciorarse de que en esos días no se encontrara en él mancha o defecto que lo descalificara para ese hecho tan solemne.
Creo que para algunos, no debió ser fácil sacrificar al cordero luego de encariñarse con él, sin embargo, era necesario que muriese, para que cada primogénito pudiese preservar su vida aquella noche.
La sangre del cordero en el dintel de su puerta, era una señal, de que eran parte del pueblo de Dios y que la muerte no llegaría a ellos porque el Señor mismo los protegía.
Jesús, el cordero que vino a morir en nuestro lugar, al igual que el cordero escogido para pesaj, vivió entre su pueblo, comió con ellos, los sanó, los alimentó, los consoló, resucitó muertos, tuvo una familia, amigos y seguidores; muchos se encariñaron con él y llegaron a amarlo, sin embargo, también tuvo que ser sacrificado en el día establecido para ello y al igual que el cordero de Egipto no se encontró en él ninguna mancha ni defecto.
Ese día significó la victoria sobre el mal, desde ese momento el enemigo no tiene poder sobre los que aceptan sobre sí la preciosa sangre derramada en la cruz del calvario. En el momento de su muerte fueron pronunciadas por Jesús las hermosas y significativas palabras: “Consumado es”, aunque en el cielo había dolor por la muerte del Mesías, había también gozo porque uno de los eventos más importantes del Plan de Salvación se había cumplido.
Acepta y agradece por el sacrificio de Jesús en la cruz, el cual te da, la oportunidad de salvación y de vida eterna.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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