Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, porque me permites cada día reflexionar sobre mis acciones.
*Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.* Salmo 90:12
Aún nos encontramos contando los días desde la liberación, hasta el momento de estar en la presencia del Señor y escuchar su voz. Hoy en las cuentas del Omer es el día 25, tres semanas y cuatro días y la reflexión es sobre la persistencia en humildad.
Es oportuno examinar la fuerza, la firmeza y la constancia de nuestra humildad, y con ello, determinar si es lo suficientemente resistente a los desafíos que constantemente se presentan.
Ser humilde o modesto no es sinónimo de debilidad o razón para sentirte inferior, ni para que otros se aprovechen y abusen de ti, por el contrario, la humildad te provee una fuerza perdurable, ya que eres consciente y reconoces tus habilidades, capacidades y dones, sin embargo, no te crees con ello superior a los demás, sino que entiendes que todo cuanto eres y conoces proviene de Dios.
Debes contar bien tus días y adquirir sabiduría para cumplir el propósito para el cual fuiste creado, el cual es, conocer a Dios y compartir con otros de su amor y su gracia.
Hubo un momento en tu vida en el cual el Señor te llamó y te liberó de la esclavitud del pecado, desde ese día comenzó tu cuenta, así como también, inició tu viaje y en la quietud del desierto puedes reflexionar. Esa cuenta culminará el maravilloso día cuando veas cara a cara y escuches la voz de Dios decir: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor”
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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