Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, porque me enseñaste que amar no es una opción, es un mandato.
*Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.* Juan 15:9-10 LBLA
El libro de Juan, muestra varios patrones que Jesús presentó en su discurso de despedida. Lo vemos trazando un paralelo entre él y sus discípulos, así como también, enfatiza la relación que él tiene con su Padre.
Más adelante, se encuentra repitiendo el mismo patrón, cuando envía a sus discípulos por el mundo, de la misma manera en que su Padre lo envió a él.
El tema en este capítulo, es enfatizar que debemos permanecer en él, quien es la vid, al hacerlo, tendremos como resultado la fructificación.
Los roles y los personajes en cada patrón cambian, sin embargo, podemos notar que en todos ellos prevalece un componente, el amor.
Existe una proclamación que se repite en toda la escritura, pero que ahora lo hace de una manera radical: “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado.”
Jesús llama a sus discípulos “amigos" y los invita a amar a otros. En esta semana que comienza recuerda que si eres uno de los seguidores de Jesús, amar a Dios y a los hombres no es una opción, es un mandato.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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