Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que me has permitido entrar a la tierra prometida.
*Estando los hijos de Israel acampados en Gilgal, celebraron la Pascua en la noche del día catorce del mes en los llanos de Jericó.* Josue 5:10 LBLA
Durante la semana pasada, estuvimos recordando como ha influenciado sobre toda la humanidad y su futuro los eventos del sacrificio del Mesías, desde el sacrificio del cordero en Egipto hasta la muerte de Jesús en la cruz.
La historia no ha concluido aún, por lo que deberíamos saber, lo que sigue a continuación y cómo eso te involucra a ti y a mi.
El pueblo de Israel, realizó al entrar en Canaán, como Dios les había pedido, el seder de Pesaj (el sacrificio del Cordero). Al hacerlo, sucedieron hechos importantes: la presencia de Dios que se mostraba en la columna de fuego y en la nube ya no estaban presentes, y el maná estuvo entre ellos hasta ese día.
Dios había ordenado que hicieran este seder en cuanto entraran a la tierra que él prometió. Ellos debían ahora ir de su mano para conquistarla y al final poseerla. Pasarían por duras pruebas, y si perseveraban les daría por completo la posesión de Canaán.
AL morir Jesus, quien se identificó como el pan que descendió del cielo, su presencia también dejó de estar en medio del pueblo. Con su muerte, nos dio a nosotros la oportunidad de ser participes de la entrada a la nueva Jerusalem.
Tal vez te preguntes por qué aún no estamos en esa ciudad. La Biblia no nos deja con esa incertidumbre, sino que nos dice, que él esta preparando el lugar para nosotros, mientras tanto, al igual que el pueblo de Israel, tendremos que pasar por luchas, pruebas, afliciciones, embates de la naturaleza entre otros, hasta que finalmente podamos poseer la tierra.
Los símbolos, señales, avisos y recordatorios, escritos en la Biblia son para alegrarnos. No estamos solos, Dios sigue al control de todos los eventos que acontecen actualmente y también de los que se darán en el futuro. Junto a él viviremos todas estas experiencias y entremos en la nueva Jerusalem.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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