Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que tu amor y tus bendiciones me acompañan todos los días de la semana.
*Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades.* Éxodo 20:9-10
Para guardar correctamente el sábado y recibir de él todos sus beneficios, es necesario cumplir con la parte del mandamiento que dice: seis días trabajarás y harás todas tus obras.
Muchas veces se puede pensar que el mandamiento es solo guardar el sábado, pero olvidamos lo que precede a esta ordenanza y que es de vital importancia. Si quieres recibir la bendición del sábado, debes trabajar honradamente, con alegría, disposición y con entusiasmo durante los seis días.
Por otra parte, si deseas recibir la bendición del trabajo y del sustento, de los bienes materiales y que nunca te falte lo necesario, guarda el santo día del Señor, ten un encuentro especial con el Creador y deléitate en su presencia, es en el día sábado que recibes todo lo necesario para los siguientes seis días.
Si dudas de ello, recuerda, que cuando el ser humano fue creado no trabajó primero seis días y luego descansó, sino que primero descansó, recibió del Creador lo necesario y luego trabajó.
Los seis días son el complemento del séptimo y el séptimo es el complemento de los seis días.
Hoy inicia el primer día de trabajo de esta semana, procura realizar todas tus obras en estos próximos días con la mejor disposición, evaluando si lo que estás realizando es lo mejor que puedes dar y honrando al Señor en todo cuanto realizas.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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