Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que me das inteligencia y sabiduría para obedecerte.
*No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.* Santiago 1:22 NTV
Es lamentable cuando queremos saltarnos las normas establecidas, muchas de ellas son básicas y fáciles de cumplir. Desde pequeños los hijos tratan de buscar una respuesta favorable a su deseo de uno de los padres o adultos responsables. Si desde ese momento no se establecen criterios sólidos y normas, tendremos como consecuencia adultos que buscan la forma de evadir lo establecido.
Eso es algo que pasa en general en este mundo, pero no debe ser así con nosotros. Como hijos de Dios, nos estamos preparando para vivir en un mundo restaurado. No podemos pretender obedecer los mandamientos de Dios, si no somos capaces de respetar una pequeña instrucción o norma.
Nuestro carácter se está formando cada día, y es necesario ser consecuentes con lo que creemos, de lo contrario, como dice el texto, nos estamos engañando a nosotros mismos. Los ojos de otros están puestos en cada movimiento que realizamos y en cada decisión, un mal ejemplo puede desvirtuar el carácter perfecto de Dios.
Pídele al Espíritu Santo que te ayude a ser ejemplo de obediencia, bondad y misericordia ante el mundo.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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