Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que haces todo bueno y perfecto.
*Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que son.* 1 Tesalonicenses 15: 16-18
No te canses de agradecer al Señor por todo, cada día, en todo momento y circunstancia, en especial por los pequeños detalles. Recuerda que no existe pedido sin agradecimiento. Al agradecer reconoces la bondad, el amor y la perfección de Dios.
El Señor te escogió como su hijo para que hagas brillar su luz. Él te formó, le dio color a tu piel, ojos, cabellos, así como también eligió a tu familia, el país de nacimiento y tu idioma. Al mostrar inconformidad, bien sea de tu apariencia, lugar de procedencia o falta de entendimiento, es como si estuvieses afirmando que el Señor se equivocó.
Cada uno es único y diferente, eso es lo que nos hace especial y valiosos, si todos fuésemos iguales creo que sería aburrido. Si eres hombre agradece al Señor por haberte formado así, igualmente si eres mujer, a su vez, pídele que te muestre cual es el propósito de tu existencia en este mundo, para así poderlo cumplir y darle Honra a tu Creador.
Si te ha tocado pasar por momentos dolorosos y difíciles en comparación con otros, agradece al Señor, ya que, pasar por el fuego te hace brillar más, aparte que te otorga herramientas para ayudar a otros que en algún momento se encuentren en situaciones similares.
Cada día dedica unos minutos para agradecer, tu vida será más feliz y sentirás esa paz que solo el Señor te puede dar.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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