Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, Rey del universo, que me diste ejemplo de crecer en estatura para honrarte.
*Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.* Lucas 2:52 RVR1960
Nuestros cuerpos fueron diseñados con todo lo que se requiere para disfrutar de la vida terrenal, son una magnífica obra de Dios. Algunos son altos y otros bajos, pero cada uno es especial. Cada bebé recién nacido nace con una estatura, la cual se irá incrementando a medida que pasa el tiempo.
Algo interesante en todo ello, es que a medida que la persona crece, no requiere de órganos adicionales o de otros miembros, ya todo está creado como parte de nuestro cuerpo, un ejemplo de ello, son los dientes, al perder los primeros, en su lugar crecen los que tendrás el resto de tus días, las uñas y cabello, también crecen naturalmente.
El cuerpo tiene capacidad de regenerarse, cicatrizar y defenderse de ataques externos. Como todos sabemos, una vez que termina el proceso de crecimiento no se puede crecer más, aunque por allí escuchamos frases graciosas como: “ahora no crezco en estatura sino hacia los lados”.
Como hijos de Dios y en conocimiento de que nuestro cuerpo es la morada del Espíritu Santo, debemos procurar crecer en salud y hacer lo posible por introducir en nuestra boca solo lo que es bueno, adicionalmente, debemos cuidarlo con los otros remedios naturales que el Señor dejó a nuestra disposición como son: el Agua, sol, descanso, ejercicio, Aire puro, Temperancia y confianza en Dios.
Crece cada día en salud y bienestar y disfruta de la perfección de la creación que Dios diseño para ti.
"Que el Eterno te bendiga y te preserve; que el Eterno ilumine Su rostro hacia ti y te otorgue gracia; que el Eterno eleve Su rostro hacia ti y ponga paz en ti."
*Familia Ramírez Acosta*
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